EL NIÑO INVENTOR DEL PÁDEL.
Erase una vez un niño llamado Alberto, que le gustaba mucho jugar al tenis, todos todos los sábados iba con su padre a un partido de tenis, en las pistas de su pueblo. Eran unas pistas muy peculiares, ya que no eran igual que el resto de pistas de tenis... Estas pistas tenían como curiosidad que estaba rodeada por paredes de cemento, para que las pelotas no se fueran muy lejos. Esta pista a Alberto le encantaban... Pero Alberto no se esperaría lo que un día le iba a suceder en aquella pista... Un sábado como otro cualquiera Alberto y su padre fueron a jugar al tenis como era normal.
Entonces el papá del Alberto paró el partido ya que tenía que ir a beber agua. Mientras que Alberto esperaba a su padre pasó algo sorprendente... Aquellas paredes que rodeaban la pista se empezaron a acercar hacia Alberto poco a poco se fueron juntando cada vez más y más. Alberto estaba muy asustado, preso del pánico, gritaba a su papá.
- Papá, papá... - pero el papá de Alberto no le escuchaba. De repente oyó una voz que le decía: "Alberto, soy la pared de la pista de tenis... " Entonces se hizo un gran silencio... Y la pared siguió hablando: "Quiero que sepas que te puedo divertir también aunque la pared esté cerca de la pista... ¿Has probado a golpear la pelota contra la pared para que salga dirigida hacia el campo de tu oponente?" Alberto fascinado ante tal descubrimiento, le dijo: "No señora pared, nunca lo he probado..." Alberto empezó a usar las paredes mientras jugaba al tenis. Su padre tras volver de beber agua no entendía por qué lo hacía, pero se lo pasaban genial jugando así. De esta forma, Alberto siguió jugando así al tenis y pasándoselo genial con las paredes... Aprendió a aprovechar lo que en un principio era un estorbo... para divertirse más y fue así como Alberto inventó un nuevo deporte: el Pádel.
Y es que la invención no tiene límites. Sigue manteniendo esta afición deportiva y sigue disfrutando con ella.
ResponderEliminarSaludos cordiales